domingo, 29 de diciembre de 2013

                                             


  TODAS LAS MADRES, NUESTRAS MADRES




Eres remanso de paz
Sombra donde cobijarse
Alimento para todos
Alegría con mirarte.

Te elevas hacia el cielo
Con el que te fundes hecha arte
Y te clavas en la tierra
Para que tu cuerpo aguante.

Son muchos los años vividos
Los dolores que has sufrido
Y nunca nadie ha notado
Una queja en sus oídos.


Mar y puerto
Libertad y abrigo
Cariño y comprensión
Siempre para tus hijos.

Todos te quieren
Te adoran
Pero nunca podrán
Devolverte todo el amor
Que en esta vida les das.



sábado, 28 de diciembre de 2013

AROMAS DEL RECUERDO





Me llegaron aromas a azahar y pronto llegó la primavera
El olor se tejió con el de incienso
Y el sonido de un tambor trajo tras de el
Una semana santera.
De pronto olió a jazmín y una biznaga malagueña
Invadió el ambiente de fragancia a verano en la Malagueta.
El tufillo a madera quemada advertía la presencia
De espetitos de sardinas asándose en la arena
Y ese perfume de azúcar quemada y ese otro de caramelo
Anuncian la Feria de Agosto, algodón y bailoteo.
Huele a tierra mojada y con ello llega el fresco
Finaliza el verano y pronto los niños al colegio.
El aroma del marismo anuncia de levante el viento
Y si es de alcantarilla de poniente por supuesto.
Ahora el olorcillo es a castañas asadas
Hace cierto frío, estamos empezando la otoñada.
Luego olores dulces a turrón, mantecados, polvorones
Y la nariz colorada nos trae la Navidad como cada año a casa.
Y entre olores  embriagantes sin darte cuenta de nuevo
Vuelve el aroma de azahar y otro año con perfumes
Que te inmortalizan momentos, situaciones y lugares
Que solo quedan en el recuerdo.


EN ESTADO INDEFINIDO


La noticia fue agridulce
Pero tu ya lo sabias
De aquellos polvos estos lodos
De la felicidad a la ilusión perdida

El vacío, la soledad, el desasosiego
Largas noches en vela
Mis  llantos mezclan penas y miedo
El ya lo sabe, pero no quiere saberlo

¿Aquello fue amor o simple deseo?
Yo estaba muy segura
Sin saber lo que estaba haciendo
Le entregué todo lo que tenía
Amor caricias y mi cuerpo

Dudo que deba hacer
Si llevar mi pena en silencio
O borrar de mi cuerpo su mancha

Y comenzar de nuevo

viernes, 27 de diciembre de 2013

Como casi todos los días que puedo hoy me he sentado en ese microcosmos que es el bar de la esquina de detrás de mi casa, si habéis leído bien, microcosmos y voy a explicaros porqué.

En el mundo convivimos personas, animales y cosas dentro de un clima que varía según qué región, pues bien en mi pequeño bar puedes disfrutar el clima es muy variable, puedes sentarte en la terraza y sufrir los diferentes vientos ya sean de levante, poniente, del norte y del sur, cada uno acompañado de los fenómenos atmosféricos propios, agua, frío, calor que aquí llamamos terral, brisa marina e incluso la mar chicha que así se denomina cuando no sopla ningún viento. En el interior y dependiendo de la zona en que te sientes hay corrientes, solecito por una ventana y en verano puedes elegir entre el frío del aire acondicionado y el calor africano del rincón del fondo. En cuanto al aroma interior tenemos el de fritura malagueña, el de carne asada y hasta el de unos callos recalentados. La luz también depende de la zona, desde el fluorescente vibrador hasta la penumbra de barrio periférico.
Pero lo realmente mas importante son los personajes variopintos que invaden ese territorio común.  
A primera hora entra un señor con gafas, bien trajeado de colores oscuros, más bien serio, nunca habla con nadie,  encorbatado, algo giboso y que siempre pide café, pronto descubrí que era el director de la sucursal de la Caja de Ahorros de al lado. De pronto se llenan dos mesas de unos jóvenes de ambos sexos uniformados y que siempre piden un copioso desayuno o merienda, dependiendo de la hora, café o zumos, bocadillos, sándwich  y bebidas refrescantes que los y las más delgadas dejan a la mitad y cuyas conversaciones los delatan como empleados de una gran superficie, son del súper de al lado. Conforme avanza la mañana casi al mediodía llega lo más florido del barrio o sea todos los parados, los jubilados, los bebedores habituales y los ancianos. Entre esta multitud comienzan a pulular vendedores de todo, cupones, lotería, calcetines, calzoncillos, pulseras, fauna africana diversa y todo lo que quieras. Se habla de futbol de política de lo bueno que estaban años atrás los chanquetes, el pedrito y los pintaos, la Victoria grande y los chumbos en verano, entran varios marroquíes que se sientan a tomar un café que les dura tres horas y que hablan en su idioma que parece que siempre se están peleando, a veces se oye hablar en un raro francés de quien ha venido de vacaciones a su ciudad pero les parece que da categoría hablar en la lengua de Molière aunque se haga mal. El camarero, dueño, cocinero y limpiador, siempre se está quejando de la crisis con una cara más agria que un pomelo, la ciega de los cupones ve mejor que yo y el pobre anciano que siempre entra cuando ve a quién siempre le invita, saluda desde lejos esperando un desayuno que sus 300 euros mensuales no da para tomar, de camino se lleva un platito para su cena si alguien lo paga, solo y en el aquel salón en el rincón del ángulo  oscuro como el arpa de la rima de Becquer, lloraba la soledad en que se encontraba.

Y entre gritos infantiles, peticiones de tapas, risas artificiales, reacciones de los efluvios alcohólicos y silencios eternos pasa un día cualquiera que nunca será igual que el anterior y que se repetirá asiduamente para el que mire a su alrededor y sepa ver y oír.

lunes, 23 de diciembre de 2013

LA ESPANTÁ (MALAGA 1937)

Llevo sobre mis hombros el peso de mi fortuna
Tantos años para esto, ropa vieja y una funda
Mi familia va delante, el rumbo siempre incierto
Nos persigue enfermedad y hambre, y nos persiguen por eso,
Por ser pobres, los sintierra, los hambrientos.
La casa llevamos al hombro, al costado los pequeños
Y si ya saben andar, pues andando, camino estáis haciendo.
A veces del mismo mar salían explosiones de fuego que
Al golpear en la tierra se volvían un infierno.
Llovía granizo de plomo escupido desde el cielo
Por pájaros criminales que mataban sin recelo.
Se sembró con nuestros cuerpos el camino de la matanza.
Regado con nuestra sangre crecieron hombres valientes
Mujeres que han dado ejemplo apretando bien los dientes

Y  un recuerdo maldito de una huída hacia la muerte.
LA POBRE ANCIANA




Quise mirar a través de sus ojos
Y me asusté

Quise leer en los surcos de su cara
Y no sabía entender

Vi su pobreza y su miseria

Y me revelé
COMO TODAS LAS VIDAS


Quien no ha sido en la vida
Torero de fieras negras
Negras como la existencia
De quien la suerte deserta

Negras como sus almas
Como sus intenciones, negras
Malos hechos, malas artes
Mala intención dondequiera

Con su muletilla blanca
Con estilo y con entereza
Se pasan la vida sorteando
A esos bichos con paciencia.

Quien no ha sido en la vida
Torero de fieras negras.


martes, 10 de diciembre de 2013


MANERAS DE SOBREVIVIR 




Mi pueblo es un pueblo de gentes muy inteligentes, con ese punto de “bacile” que solo se puede dar aquí.

Estaba sentado en el bar de la plaza y escuchaba la conversación de unos paisanos metios en años, al principio sin querer y luego afinando el oído para no perder detalle.

Antonio, que así se llamaba uno de ellos y al que se conocía por “campana” por haber sido monaguillo de chavea, le refería al “tío roque” cuya gracia de verdad era Manué que cuando iba al médico con la tos que tenía todos los inviernos y que le recuerda siempre a la tisis que tuvo de mozuelo, éste  le preguntaba:
¿Usté juma? ¿Quién yo? ¡¡ En la via ¡¡.
¿Tiene mucho polvo a su alrededor? ¡¡ Ná de ná ¡¡.
¿Humedad en su casa? ¡¡ Seca como una pasa ¡¡.
¿Antecedentes? ¡¡ Como un roble toa la via ¡¡.

Entonces le voy a poner un tratamiento y vuelva en una semana.
Me tomo el jarabe y las pastillas esas blancas muy gordas que son tan duras de tragar y en tres días como nuevo.
Pero to lo que le dices es mentira “campana”¡¡¡
Sí, pero si le digo que jumo que paso más frío que un cachorro que tuve la tisis y más cosas, me dice que lo deje tó, tome mucha agua y me abrigue y me paso una semana de perros, así que aprende “roque” que si no vas a durar tres días.

Entonces entra en conversación Jacinto “guitarra” que le llamaban así por un abuelo que la tocaba muy bien y al que se conocía en un principio por  “fiesta” por la misma razón. “Al médico nunca se debe engañá”, la verdad por delante y te ve con mejor ojo.
Cuando vio los analises que me hice me preguntó:
¿Bebe?: Naturá es lo mejó del mundo ¡¡.
¿Come grasas?: No voy a comer ese lomo en manteca que hace ella ( en este pueblo las esposas se llaman ella y a veces “la mujé” y los marios son “el” ).
¿Fuma?: Una jartá ¡¡.
Y mira no ma quitao na de ná.
¿Queréis saber cómo?: Lo primero es llevarle una arroba de ese vino tan bueno de la bodega de “candiles” y cuando lo prueba te recomienda que lo bebas con “moderación” porque es bueno pal corazón y otras cosas más.
Después le llevas una orza de lomo en manteca y cuando la prueba te recomienda que la consumas con “moderación” y por último le regalas una cajita de habanos y te dirá que solo dos al día y yo digo o su equivalente en cigarrillos.
Con esto he conseguido colarme sin número en la consulta, que me recete sin tener que esperar, estar más sano de cabeza que todos vosotros y encima tener un amigo incondicional y ayudar a que todos aprendáis a vivir con la verdad y saber que el médico es tu mejor amigo. Eso si siempre con moderación.


lunes, 25 de noviembre de 2013

MANERAS DE DESPERTAR

 
 
 Estoy acostado en mi cama cuando empieza a amanecer.
 
El ruido del tráfico se mezcla con el de las noticias del día que han comenzado a dar en la radio.
 
Entonces, aún a duermevela, mi mente me traiciona y comienzo a llamarla en voz baja.
 
Me despierto azorado y algo noto en mi interior llamándola a gritos por su nombre.
 
Buenos días, tristeza.









 

martes, 19 de noviembre de 2013

MANERAS DE MORIR
3ª PARTE
 
 
El movimiento brusco de mi cama por el tropiezo de un embatado me vuelve a la realidad y estos sueños me ponen en guardia, siempre he dicho que cuando un enfermo grave llama a su madre estaba sintiendo que se moría. La sensación de estar oprimido por todos lados era cada vez mayor y en el cuello parecía que me estaban estrangulando, así y de pronto una enfermera comentó en voz alta " creo que se le clavan a este las ligaduras, se ha edematizado". Corrieron a cortar las gasas del cuello, muñecas y tobillos y noté un alivio tremendo, acompañado de un picor insoportable en dichas zonas. Pero no me podía mover, menos rascar y empecé a intentar relajarme para soportar el martirio.
Pero no me podía dormir, tenía por primera vez miedo, miedo a no sé qué, pero miedo, tenía mucha pena, era un viaje que no quería hacer, no quería dejar a todos aquí, sabía que nadie había vuelto de ese viaje, siempre preparándonos para vivir no sabía nada de esta parte de la vida, de la enfermedad del no curar.
Me estaba poniendo muy nervioso, pero yo no quería moverme y sin embargo temblaba, saltaba en la cama y me faltaba el aire. Una orden tajante con cifras y datos se inyectó en una goma y dejé de estar asustado porque mi madre me secaba el sudor y me decía algo al oído que me tranquilizaba.

Estaba paseando por el parque con ella, mi niña, tan bonita y tan guapa como siempre, pero lloraba, temía que la dejara, eso nunca mi vida yo siempre estaré contigo pero me miraba con tristeza y los ojos se le llenaban de estrellas que caían luego por sus mejillas, también estaba asustada y la sentía cerca y lejos a la vez, sueño y realidad, sus manos envolvieron la mía y fue cuando noté lo inmortal del tiempo, no distinguía la realidad del sueño pero los sentimientos fueron los mismos.
No puedo andar pero vuelo sobre los tejados de mi ciudad, sobre el mar y la orilla de sus playas, sobre las olas y me tumbo en la orilla a tomar el sol y abrazarme con mi vida, con la vida…. El calor del Sol y la pasión me hace sudar pero no incomoda, noto correr una gota en mi ojo derecho y la mano suave y cariñosa que me seca antes de que moleste.

En mi vuelo me encuentro con muchos otros conocidos que también vuelan sobre los que llevan los pies en el suelo, yo puedo decidir si ando o vuelo, . Su proximidad y el zumbido que siento en mi oído me trae a la realidad de un mosquito que merodea por mi cara buscando donde trasegar algo de líquido hemático hasta su barriga desde ese ronchón que me va a provocar y no podré rascarme.
No distingo la realidad del sueño, no diferencio el dolor real del ficticio, no veo lo que quiero, solo lo que puedo, pero de pronto todo se ilumina con una fuerte luz blanca que no me molesta a la vista, en medio de esta luz la imagen superpuesta de todos los personajes de esta obra de teatro que ha sido mi vida, todos me saludan, sonríen satisfechos por la obra finalizada, saludan agitando sus manos y uno a uno se despiden con una ceremoniosa reverencia, es muy agradable verlos a todos juntos, la música de fondo envuelve el momento con un halo de placer celestial, la luz se apaga lentamente y el telón desciende ceremonioso hasta que se hace la oscuridad total, el silencio y el olvido.
Un pitido continuo como el silbido de un tren que se aleja es la última sensación que queda en mi alma.

 
MANERAS DE MORIR
2ª Parte
 


El bullicio de gente alrededor me hizo volver a la realidad y abrir los ojos, era la hora de la comida y el aspecto de todo lo que me rodeaba no estaba muy lejos de lo que pasaba en la calle, grandes cubos de los que sobresalían sábanas sucias, un olor desagradable entre comida y heces, movimiento incesante de personas con diferentes uniformes y hablando a un volumen molesto. Desde hace tiempo no tengo ganas de comer pero tampoco me dan, por lo menos por la boca que tengo llena con una pelota que creo es de gasa y en la garganta debo tener un tubo que me veo salir a la altura del cuello y me duele, debe ser una traqueotomía. Por lo que veo de reojo todos acaban con yogurt o natillas pero de las que más de la mitad acaban en la servilleta sobre la que babean, todo un espectáculo constructivo de la debilidad humana. Pasado un tiempo que me parecía interminable todo parece volver a la normalidad y de nuevo el silencio.

Entra de nuevo el Sanedrín. No siento ni frío ni calor, ni todo lo contrario, solo desasosiego, desesperación, cansancio de lo mismo.
¿Quién pagará hoy los confusos problemas del médico profesor?
Como va a descargarse de sus problemas personales?
Estaré entre las víctimas de sus inhibiciones, complejos o deseos insatisfechos?
Los guantes de látex en sus manos me hizo predecir lo peor, comprobación de tubos y tuberías, palpaciones y presiones sobre los puntos diana de mi físico, porque siempre me da donde más duele, además como me vea adormilado tiene la puta manía de cogerme un pellizco profundo entre el hombro y el cuello que me gustaría poder responder con un grito de dolor pero que dado mi estado solo es un gruñido con sordina de gasas y tubos en mi boca.

Mamá…… ven, vente a mi lado, cógeme, no me dejes solo que tengo miedo, no sé qué me pasa, pero me encuentro mal. Y ella venía y se pasaba las noches en vela cuidándome, a mi lado dándome agua, refrescándome la frente con un trapito húmedo y acariciando mi cabeza hasta que me dormía.



lunes, 18 de noviembre de 2013





MANERAS DE MORIR
                                             1ª Parte
 
 
 
 

 

 

 
La gente hablaba a un volumen más alto de lo normal, como queriendo hacer ver que estaban allí, pero era molesto. El pitido intermitente era señal de que todo iba bien, pero a veces también molestaba sobre todo cuando se hacía continuo y se mezclaba con los de las otras camas. Sentía la cara embotada, acolchados los labios y dormido mi cuerpo. Tenía la boca seca pero no sed. Los brazos los tenía atados y en cada uno existía una vía con diferentes tomas de botellas de sueros. La garganta prieta sin movimiento pero no tenía sensación de ahogo.

Tenía un duermevela donde mezclaba realidad con sueños, pero no sentía dolor ni sensaciones desagradables. Los avances de la medicina, pensé, por lo menos te ayudan a no tener dolor. Quizás también el hábito del dolor llega a embotarte y no sentirlo.

No podía moverme o no se si no lo intentaba simplemente, el caso es que era una rara sensación de querer y no poder.
Lo peor es cuando llegaba la troupe de auxiliares y celadores dispuestos a una limpieza general y cambio de sábanas, no sé dónde han aprendido, pero te duele todo, te clavan los dedos como punzones y encima te dicen gordo, sin escrúpulos, solo gordo, les faltan los adjetivos que se advierten en sus gestos, asqueroso o algo así. Cuando ese primer paso por los verdugos de Pilatos termina, llega el Sanedrín al completo, alumnos en prácticas embatados con su fonendo colgado al cuello a los que detalladamente les relataban lo mal que estaba y las pocas posibilidades de vivir que tenía. Era cruel oír cómo me descomponía lentamente, como mi cuerpo no reaccionaba a las medicaciones que se me estaban administrando pero que estaba estable, "estable de la muerte" diría un moderno. Y ese listillo que viene cada día ¿es que nadie le va a decir que deje de darme en la planta del pie mientras les hablan? ¡Que deje de una puñetera vez de tocar todos los tubitos coño, que me hace daño y no puedo hablar ¡. Y ese otro que no para de dar golpecitos en la cama.. Cuando se irán por Dios qué suplicio. Y así todos los días y encima "estable, sin novedad".

 
Intento recordar cómo y porqué he llegado hasta aquí y que es lo que me pasa, pero me da igual y no me obsesiona saberlo. Me gustaría que mi mujer estuviera en estos momentos a mi lado, es lo único que me da seguridad y tranquilidad. Tengo miedo.

domingo, 17 de noviembre de 2013


 

¿PORQUIEN SUENAN LAS CAMPANAS?

VERSUS

¿PORQUÉ SUENAN LAS CAMPANAS?

 

 

En un lugar cualquiera de este vasto país, cuyo nombre cualquiera sabe, por eso no lo refiero, hubo un tiempo no muy lejano en que siempre sonaban las campanas, no de continuo, cosa  que hubiera sido causa de locura o sordera de los pueblos sino que comunicaban los hechos cotidianos que acontecían por un sonido metálico emitido por el golpear del llamado badajo de la campana contra el borde de la misma por un sistema manual de tracción de una cuerda a él amarrada rítmicamente manejado por el llamado “campanero”, oficio de gran responsabilidad por ser el que trasmitía noticias, eventos y sucesos que en un futuro sería semejante al telegrafista, al telefonista incluso al controlador.

Ese sistema primitivo de comunicación ha llegado a nuestros días sirviendo actualmente para comunicar los mismos hechos que en su nacimiento hace un montón de siglos de lo que deduzco que era bueno, bonito y barato y sobre todo seguro, salvo para sordos, pero nunca llueve a gusto de todos.

 

Los toques de campana, que es así como se denominan a los toques de campana valga la redundancia, se diferenciaban en el tono, en el ritmo y en su melodía, si, melodía que era de lo que más gustaba a nuestros Europeos del norte que preparaban carrillones o campaniles en campanarios con musiquitas que actualmente sirven para llevar a un montón de turistas a las horas en punto debajo de unos cursiles relojes donde se ponen a dar vueltas unos muñequitos vestidos de Heidy que son fotografiados compulsivamente con el fin de que certifiquen ante sus amigos  que estuvieron allí.

Pero fuera de este ridículo antojo de ricos relojeros suizos las campanas nos avisaban de todo lo que ocurría a nuestro alrededor.

Había toques a la oración, con los que los fieles tenían conocimiento del comienzo de sus cultos.  Toques civiles, donde se convocaba al pueblo para diferentes reuniones o comunicados que a todos interesaban, toques de difuntos, que además de comunicar un deceso también decía si era hombre o mujer, toques de protección contra las tormentas y así hasta una innumerable lista de eventos que en un pueblo pueda ocurrir, desde un incendio hasta la llegada de bandidos para saquear.  Había también momentos en los que las campanas tenían que callar sobre todo en Semana Santa de Jueves Santo a sábado Santo.


Cada uno de los tañidos de campana recibía un nombre, según el hecho a que hacían referencia. A rebato,  Ángelus,  Animas, Clamor, Concejo, Difuntos, Fuego, Queda, Repique.

Y el tiempo pasó y apareció el teléfono, la radio, la tele, el móvil, el interné, el guasa, etc y ………………. Y con ellos los tonos, insoportables listas de canciones, sonidos incoherentes y rebuznos varios que son del gusto y divertimento de ciertas personas.

 Y las campanas siguieron sonando a pesar de esta nueva forma de comunicarse y vivir y con sus sonidos lejanos siguen anunciando el alba acompañando el canto del gallo y repiqueteando alegremente un día de fiesta.

jueves, 14 de noviembre de 2013

EL ARMARIO ERA UN BUEN ESCONDITE



Muchos fueron los que escondían  sus vidas por temor a la Justicia vigente, era una forma de vivir escondido en sí mismos por evitar las replesarias legales.. Existía una Ley de Vagos y Maleantes en la que se incluían o justificaban tropelías contra cualquier persona sin necesidad de justificar nada. Un colectivo especialmente perseguido y maltratado fue el de homosexuales, maricones para el lenguaje de las autoridades y para un amplio sector social del momento que los tenía como enfermos mentales así como la propia medicina que como tal los catalogaba.
Por ello cuando cualquier persona tenía un enfado, enfrentamiento verbal o pelea, era normal, pero si era un maricón podía acabar en el manicomio tal y como lo describo y escribo. El paso directo desde Comisaría tras una disputa, unas copas de mas o el antojo de un policía homófobo era al manicomio (o el calabozo), normalmente con un previo repaso de golpes e insultos y siempre por orden gubernativa o judicial y con la aquiescencia de los psiquiatras de entonces que trataban sus graves problemas sexuales con métodos tan sencillos como los psicofármacos o el temible electrochoque.
Asistíeron los médicos de guardia en Casas de Socorro, Hospitales y otros centros a muchos pacientes de urgencia que ocultaban su condición sexual por miedo al encierro tanto en los manicomios como en la propia cárcel por esa ley referida de vagos y maleantes donde cabía de todo, el armario era el mejor escondite de la represión que se consumaba contra ellos. 
Una noche acudió a urgencias uno de ellos que había sufrido una agresión con arma blanca, una navajilla de pequeñas dimensiones por la amplitud de las heridas que presentaba en diferentes partes de su cuerpo, eran pequeños cortes en pecho, cara, brazos y espalda sin mayor importancia que las heridas superficiales que presentaba, pero el miedo y la alteración eran mucho mas importantes. Una vez curadas y suturadas todas sus heridas, no sin cierta dificultad por lo alterado que se encontraba, el enfermo tenía miedo tanto de volver solo a su domicilio como de quedarse en el hospital donde casi seguro sería encamado en el frenopático si intervenía la policía por la agresión sufrida. El parte judicial de lesiones era obligatorio hacerlo, pero en aquél caso decidí saltarme las leyes a la torera y evitar que fuera citado por el juzgado de guardia y pasara por el miedo a ser represaliado, como dice la sentencia popular: “encima de jodío apaleao”. Lo dejé sentado en una silla en la puerta de mi dormitorio, quieto y tranquilo toda la noche, algo incómodo pero sintiéndose protegido por dicha actitud y agradeciéndome sinceramente ese proceder. Me relató con verdadero dolor y resentimiento los auténticos suplicios pasados tanto por él como por amigos suyos al verse ridiculizados, perseguidos, acosados, tratados en los manicomios y encerrados en cárceles donde eran sometidos a los tratos mas vejatorios, en una palabra estaba atormentado. Me avergonzaba en aquellos momentos de considerarme de la misma raza inhumana que, sin razón alguna, tenía aquellos comportamientos tan crueles e irracionales. Al amanecer y despidiéndose muy  tranquilo se fue a su domicilio con la alegría de sentirse por una vez bien tratado. Por primera vez en su vida y a pesar de la incomodidad de la silla donde pasó la noche, "vivió de otra manera"

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA FRONTERA CON LA VIDA REAL.
 VIVIR EN UNA CÁRCEL PARA ENFERMOS.
 ERA OTRA MANERA DE VIVIR.


La elevada verja de hierro estaba firmemente cerrada por un cerrojo y a través de ella se veía un amplio recinto bien ajardinado pero con aspecto de poco cuidado, seco como correspondía al mes de Agosto en esta ciudad tan mermada de lluvias históricamente y sin la mano de jardineros que lo cuidaran adecuadamente. Detrás de la reja y en su lado izquierdo existía una caseta de mampostería con un hombre sentado en  su  puerta, cuarentón y que entre otras cosas además de ser el “guardián del paraíso” y tener las llaves del mismo, vendía tabaco. Era un funcionario de la Administración de los llamados en aquél entonces  loqueros, hoy en día auxiliares psiquiátricos, y ratifico lo de hoy en día porque muchos de aquellos, pasado el tiempo y refinados por un nuevo uniforme y ciclos formativos, siguen desempeñando labores asistenciales. El nivel de preparación de aquel personaje era tan primitivo como su propio aspecto desaliñado, camisa con lamparones fuera de los pantalones, arrugada, desabrochada a la altura del pecho y de la cintura e insinuando una importante barriga en su interior que colgaba descaradamente por fuera de la correa, las huellas del sudor en los sobacos (otro nombre sería desvirtuar la anatomía). Se observaba en el bolsillo izquierdo, de lo que llamaban entonces y ahora una sahariana, el tímido saludo de un peine que observaba desde su atalaya lo que ocurría a su alrededor  y tocaba su cabeza una gorra blancuzco-amarillenta con restos de lo que en otro tiempo fue una marca comercial en dicho momento ilegible. Los pantalones beige claros remangados a media pierna dejaban al aire unas canillas libres de calcetines, tocadas con unas alpargatas de loneta que en su tiempo fueran azules y hoy mezcla de polvo y sudor que  de lejos se veía el aroma que expelían. Bigote espeso y barba poco afeitada le daban un aspecto todavía más tosco. Sentado en su trono de formica y tubos de hierro desconchado, recostado y perniabierto abanicándose con un trozo de cartón que llevaba en su mano derecha y bajo la pobre sombra de una sombrilla, leía una pequeña novela del Oeste, vieja y raída  de Sebastián Lafuente Estefanía que mantenía en su mano izquierda. Pedía la  identificación a los desconocidos por él a la hora de pasar el fielato, cosa que era absolutamente  imprescindible y no solo quien, sino porqué y para qué acudía a aquellas instalaciones. A su alrededor pululaban diferentes tipos, casi todos fumadores y que acudían a comprarle tabaco a pedirlo fiado o a gorronear, algunos,  bastantes de ellos de su mismo aspecto por lo que era difícil distinguir entre el encerrado y el encerrador si no fuera por las llaves, otros con aspecto de abandono total, incoherentemente vestidos, como vagabundos escuálidos de película en blanco y negro con mirada descalabrada y deambulando sin rumbo. 

Aquel recinto ajardinado se veía claramente en semiabandono, intentando disimular su aspecto con un barrido superficial de los caminos que pasaban entre los setos, árboles de hoja pobre pero perenne y al fondo unos pabellones de planta baja encalados con grandes ventanas enrejadas y con techos de teja árabe. En ese idílico jardín de las delicias pululaban personajes encerrados unos en sus tormentos, sus visiones alteradas de la realidad, sus paranoias, neurosis, esquizofrenias, en suma sus locuras y otros solo tras la reja por no se qué, por ser diferentes o por nada.
El paso entre la genialidad y la locura es tan corto como lo que separa la libertad del encierro, que era solo esa reja.
Las personas que pasaban cerca de la reja miraban con curiosidad morbosa a su interior, incluso los propios sanitarios del Hospital General que nunca habían incurrido en dicha área .Llamaba la atención la ausencia de visitas de familiares a las que estábamos acostumbrados en el resto de los hospitales. 
Esa era la frontera física que los apartaba del mundo, existía también una frontera farmacológica que impedía su contacto verbal coherente con el resto de las personas.


lunes, 11 de noviembre de 2013

VIVIR SIN VIVIR EN TI
PROLOGO


Hablar de otra forma de vivir, vivir sin vivir en ti, vivir en mundos sucedáneos, vivir en un mundo mas real dentro de la irrealidad de la vida actual, vivir lo natural con excentricidades propias de alguien que no adapta sus reacciones a lo oficialmente correcto, vivir por delante de lo que en un futuro será algo natural y que hoy se considera esencialmente incorrecto, esa forma de vivir que socialmente se considera inadaptado o loco es tan antigua como la propia vida y ha sido objeto de trasmutaciones progresivas para adaptarlas a la situación de cada época. 

¿Donde se encuentra la frontera entre la locura y la genialidad?, es un paso tan simple y sencillo como indescriptible. Hay grandes genios a cuyas locuras se llamaban excentricidades e innumerables desconocidos que fueron encerrados por esas excentricidades llamadas locuras. Ante comportamientos inesperados o indeseados, se contesta con el rechazo y el desprecio siempre que la persona no lleve un halo de misticismo alrededor. Un visionario de Dios puede ser seguido hasta límites sorprendentes como enviado del mas allá o lapidado por loco. El estigmatizado como enfermo mental es despreciado, temido y apartado de la colectividad, el encumbrado por las mismas causas es elevado a los estrados más altos de la sociedad.  
Existe un miedo histórico a la locura que crece al mismo tiempo que el temor a la sinrazón como también y por razones religiosas existe un temor a la posesión diabólica, al poder de Satanás que subyace en la ideología de la Inquisición desde el siglo XIII y que los tachan de herejes y brujas. Existe un rechazo general en todas las culturas y sociedades al enfermo mental que siempre ha existido, existe y existirá. Lo que se percibe en los grupos sociales con un mayor nivel educacional es la visión más científica del enfermo mental unido a un enfoque más humanitario de su tratamiento.
Se recurre todavía más al médico de familia, a los amigos o al cura antes que al psiquiatra y la dificultad, cada día menor, de reconocer las enfermedades mentales, casi siempre ello unido al nivel cultural, no al económico.
Se nos enseña a temer a la locura desde niños, se  juega haciéndose el loco del que todos huyen, pero también se utiliza como elemento de mofa y escarnio a ese loco, al necio y al bobo. Utilizado como comedia de la vida el loco recuerda a cada uno su verdad, esa verdad que nadie se atreve a decir en voz alta pero que dichas con su lenguaje de necio y sin aires de razón se convierten en juiciosas. Hacen cosas que no deben hacer, que extrañan y maravillan que son irracionales a veces y que dan miedo.
Consideramos locos o dementes también a los poetas extravagantes, apasionados o borrachos, a los informales, imprudentes, soñadores, golfos o aventureros, en resumen a todo lo que significa rebeldía, misterio u obsesión, lo imposible o abstracto. Locura es correr, amar, escapar, es la verdad y la mentira, es la fantasía y la realidad, es la riqueza y la pobreza, la felicidad y la desgracia, la indecencia y la honradez, la razón y sinrazón de la vida, la crueldad y la piedad, la esperanza o renuncia, la valentía y el miedo, el silencio o el grito de libertad. El pelo despeinado y encrespado, la cara descompuesta, los ojos extraviados, sin aliento sin saber donde está, representa en el habla popular un estado demencial aunque pueda deberse a la pérdida de un ser querido o al miedo. Son comparados con animales, caballo loco, pájaro loco o como una cabra loca y faltos del ritmo obligado por la sociedad  al decir que no están cuerdos como un reloj que a veces si no funciona decimos que se ha vuelto loco o como una maquinaria rota a la que le falta un tornillo, aunque a veces y para dispersar la mente nos hacemos el loco.

Los locos estaban en Babia, en las nubes o en el limbo y la mayoría en la luna, pero el hombre llegó a la luna y vio desde allí que los locos donde estaban realmente era en la tierra y que la tierra era la mas grande de las lunas, donde se asume la irracionalidad de lo irracional, lo insensato, lo absurdo y lo injusto.

El rechazo del enfermo mental siempre ha sido mayor entre las clases sociales altas y medio-altas donde el autoritarismo se relaciona directamente con dicho repudio, por ello las nuevas estructuras que el poder político y social tomaron en nuestro entorno los treinta últimos años fueron decisivas para el cambio radical del tratamiento e internamiento de los enfermos mentales.

Por ello la enfermedad mental es algo que tiene hoy día posibilidad de tratamiento, a los enfermos no se les puede tomar el pulso por la mañana, la temperatura por la tarde y el pelo por la noche, el manicomio no es un lugar donde apartar del resto del mundo a los diferentes, un lugar de reclusión como si de un peligro social se trataran, es un centro de diagnóstico y tratamiento de reposo mental y físico y de curación. Tenemos que educar dentro del amplio espectro de la salud no solo como comer y revisarse periódicamente sino también en como ver a los enfermos, ancianos, oncológicos o mentales, enseñar a perderle el miedo a la enfermedad, mejorar los sentimientos hacia los enfermos mentales y creer en su curabilidad además de tener confianza el los médicos psiquiatras que los tratan y en los avances de la medicina para sanarlos.

domingo, 10 de noviembre de 2013



MALVIVIR SIN SU AMOR NO ES VIVIR



Solo yo se lo que he perdido
La que dejé por miedo a su rechazo
Por miedo callé tanto y tanto
Que hasta tu amor se fue de mi lado

Ahora no espero nada ni a nadie
Me encuentro roto pero del ánimo
El peor dolor no es el que late en el cuerpo
Es el que siente dentro del alma

No puedo verte ni sentir tu abrigo
Cuando con tus manos tocabas mi cara
Con tus besos calentabas mi corazón
Con tu presencia llenabas mi destino.




Oigo una canción que pide con pena
Déjame esperarte aunque no vengas
Déjame esta noche soñar contigo
Esta es en vida la peor condena.

Ya no me quedan palabras para expresar mi dolor
No tengo fuerzas para luchar en esta vida
No quiero sufrir más por este amor
Y solo los fármacos alivian mi pena.





QUE ENREVESADO NOS EXPLICABAN LAS COSAS MAS SENCILLAS





La única vez que yo estuve atento de verdad en el colegio fue cuando explicaron la reproducción humana, se hablaba mucho de ello en los recreos y tiempo libre pero en realidad todo quedaba en palabrotas aprendidas en el Diccionario o en la Enciclopedia que todos teníamos en casa y que nos reuníamos para leer palabras fuertes. Por ejemplo "coño" y nos topábamos con esto:
coño.
(Del lat. cŭnnus).
1. m. malson. Parte externa del aparato genital de la hembra.
2. m. despect. Chile. español (‖ natural de España).
3. m. vulg. Ven. tipo (‖ individuo).
4. adj. Chile y Ec. tacaño (‖ miserable).
coño.
1. interj. U. para expresar diversos estados de ánimo, especialmente extrañeza o enfado.
Mi lio fué superior a partir de esas citas porque yo era un coño en Chile y los pelos que le veía a mi prima por debajo del ombligo cuando se cambiaba de bragas era otro coño, y no digamos del agarrao del compañero que nunca daba un mordisco de su bocata y era otro coño¡¡¡¡¡. De pocas dudas te sacaba la Enciclopedia, era como nuestro profesor de Ciencias que tampoco me sirvió de mucho:
 Primero te hablaban de un guisante... después de unas abejas que salían de su colmena y llevaban el polen por ahí.. Y luego te enseñaban unos dibujitos de una pareja en pelotas... Que yo pensaba: ¿Y aquí quién de los dos tiene el guisante...?" Pero ahí no se acababa el follón, porque yo sabía que había una cosa que se metía en algún sitio... Y además estaba la cigüeña... Con lo que me fui a mi casa pensando que la reproducción humana consistía en que una cigüeña metía un guisante en una colmena y una abeja lo esparcía... 
Muy bien. Yo no quiero molestar, pero entonces. ¿Para qué me sirve a mí la polla? (palabra aprendida en la calle aunque no ratificada en su significado anatómico en la Gran Enciclopedia Británica versión popular abreviada y traducida) 
En fin, lectores atrevidos, que según lo que nos enseñaban en la escuela, un hombre de provecho y culto es un tío que habla lenguas muertas, latín y griego, come guisantes y muchas otras verduras siempre crudas, da volteretas en un gimnasio o en su defecto en un semáforo mientras se encuentra en rojo y toca la flauta bastante mal. ¡Coño, este tío es el que llaman ahora un perroflauta.

sábado, 9 de noviembre de 2013

VIOLENCIA PSICOLOGICA


Normalmente se clasifican dentro de los casos de violencia psicológica supuestos de abusos verbales, como rebajar, ridiculizar, hacer ironías para generar inseguridad, humillar. También son casos de violencia psicológica los supuestos de intimidación, en los que se asusta con gestos, gritos, miradas o incluso se arrojan objetos o destrozan propiedades. 
En casos de aislamiento o control abusivo del otro vigilando sus actos, movimientos o escucha del otro.
1. la seducción o la influencia.
2. el apilamiento, quién corresponde a la repetición de pequeños actos de agresión, al parecer anodinos tomados separadamente pero que se destinan a la desestabilización de la víctima.
3. las falsas promesas.
4. la destrucción que se acentúa a medida de la relación, para llegar a alcanzar un paroxismo dada la reacción de la víctima.

Estas cuatro fases pueden resumirse en el tiempo; las etapas dos y tres van a menudo juntas: las falsas promesas que hacen creer al rescate, o a un cambio que no tendrá nunca lugar, pero permiten reajustar la influencia para proseguir mejor la destrucción de su víctima.

Es la frecuencia y la repetición en el tiempo de las agresiones que hacen el proceso perverso destructivo.

Su planteamiento los vinculó de muy cerca con los dirigentes de sectas, son dictadores en potencia, quiénes imponen su tiranía a un círculo limitado de personas.

Signos de violencia psicológica. ¿Cómo detectar el maltrato psicológico?



El maltrato psicológico se suele manifestar como un largo proceso en donde la víctima no aprecia cómo el agresor vulnera sus derechos, cómo le falta al respeto, la humilla y la víctima va progresivamente perdiendo autoestima y seguridad en sí misma.
Casi todos reconocemos los insultos, las continuas comparaciones para descalificarnos, el tono de voz duro y desagradable, un volumen alto con el ejemplo clásico de los chillidos y gritos, la mirada fija, la risa sarcástica y sabemos distinguir una cara de asco cuando nos hablan. Estos signos a los que restamos importancia van provocando en nosotros malestar interno y profundo.
Es interesante analizar los aspectos no verbales y no quedarse meramente con el mensaje que nos llega de nuestro interlocutor.

En las siguientes líneas se muestran ejemplos de esa comunicación que vulnera nuestros derechos básicos y qué a la larga merman nuestra autoestima:

· Moralización: Es una forma muy sutil de control. La persona se cree dueña de la verdad absoluta y juzga a los demás con su baremo. Lo hace con palabras paternalistas, desde el prisma es que es una persona respetable.

Interpretar: Este tipo de comunicación supone que la persona que habla hace una lectura de pensamiento del otro.

Tergiversación: El receptor sospecha de la intención del emisor y reacciona como si éste fuera a criticarlo.

Interrogar: La persona agresiva se dedica a preguntar en plan policíaco.

Mandar u ordenar:

Imponer soluciones:

Criticar: Existen dos tipos de crítica, la constructiva o sugerencia y la crítica destructiva. Nos centraremos en esta última, que provoca un malestar en la persona que la recibe. La primera sirve para buscar una solución, la segunda se basa en la confrontación.

Ridiculizar: Burlarse del otro en algún aspecto.

Despreciar: Menospreciar al otro individuo.

Reprender: La persona en vez de sugerir cambios, directamente critica de forma destructiva:

Amenaza o coacción: En el maltrato psicológico  es muy típico encontrar que el agresor o agresora amenaza o coacciona si no se cumple algo con hacer o dejar de hacer algo. Es bueno recordad que el Código Penal recoge la figura de las amenazas y coacciones cómo delito, esto muchas veces se pasa por el calor de la discusión.

Culpabilizar y hacerse la víctima: Este fenómeno es muy corriente. El agresor proyecta su agresividad en la víctima y se percibe como inocente.

Pseudo aprobación: La persona aparenta comprensión pero deja un poso de culpabilidad en la persona que la escucha

Tranquilizar: La persona tras haber hecho algo malo, tiende a indicar qué la otra está nerviosa, qué no controla sus emociones y ella le pide qué se tranquilice, demostrando lo buena persona qué es.

La agresividad verbal puede ser muy sutil o en cambio puede ser el típico repertorio de insultos. Se puede hablar de agresividad cuando la forma de hablar casi siempre es para desvalorizar al otro, no por un insulto aislado.

El problema cuando se detecta deberá consultarse a especialistas para que se tomen las medidas oportunas. Al ser un tipo de conducta muy difícil de probar requeriremos la actuación de profesionales

Es muy importante el apoyo de psicólogos especializados. Será preciso descartar la posibilidad de que la autoestima se haya deteriorado o qué aparezca un cuadro psicológico derivado de este tipo de relación negativa.