DOMINIO Y SALUD
Dominio, esclavitud, sumisión, miedo. Cualquiera de esos calificativos podrían valer para definir como el hombre, después de domesticar a muchas especies animales para un beneficio colectivo llega a domesticar a la gran mayoría de la humanidad para un lucro personal.
Con el tiempo se dan cuenta que las manos que les dan tantos beneficios si están bien alimentadas y sanas producen más y con esa premisa se preocupan de la alimentación de sus esclavos y de procurarles un techo bajo el cual les darán nuevos cachorros a los que seguir explotando.
Bajo estas premisas surgen con el paso de los siglos movimientos reivindicativos que con el costo de muchas vidas consiguen romper con alguna de las cadenas que los atan. Pero nunca los depredadores humanos, dueños de la vida de sus esclavos, dueños de sus herramientas de trabajo, dueños del propio trabajo, nunca van a sucumbir bajo esa presión. Ceden por partes a ciertos sectores con lo que producen una diáspora reivindicativa y creando esclavos de diferentes estatus y niveles de bienestar que rompe la unidad de sufrimiento aunque mantiene la unidad de dependencia absoluta del poder sobre los colectivos recién creados.
Llegó el momento de dominar sectores geográficos creando estratos económicos intermedios que serán los responsables de la productividad a cambio de un poder absoluto sobre sus elementos dominados dueños desde ese momento de sus vidas, su futuro y su fin.
Aparece entonces con el desarrollo de las ciencias, siempre encaminado a una mayor y una mejor producción, una nueva variante que es la salud es decir, el esclavo-individuo-productor si está sano trabaja más y mejor que varios hombres enfermos que por desgracia para los patronos consume prácticamente igual que uno sano. Los viejos y enfermos no sirven de nada y son marginados en un acelerado ritmo hacia la muerte.
- Se comienza a valorar la salud como elemento de productividad, un pueblo sano trabaja y produce y aumenta los ingresos por encima del gasto y se estudia la manera de mejorar el estado físico para con ello mejorar la situación económica. A cambio de comida y vivienda se entregan los hombres agradecidos a la esclavitud de infinitas horas de trabajo a lo que sus jefes denominan bienestar, sin libertad, sin poder de elección, sin decisiones personales y sin posibilidad de cambiar o mejorar la vida de sus familias.
CONCEPTO ACTUAL DE SALUD
Preocupados por la salud global de la Humanidad en el año 1978 más concretamente entre el 6 al 12 de septiembre se celebró a instancias de la OMS y en la antigua ciudad de Alma-Ata, (Kazajistán), la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud con la necesidad urgente de la toma de acciones por parte de todos los gobiernos, trabajadores de la salud y la comunidad internacional, para proteger y promover el modelo de atención primaria de salud para todos los individuos en el mundo. En ella participaron 134 países y 67 organizaciones internacionales, con la ausencia importante de la República Popular China.
En dicha conferencia se aprobaron varios puntos por supuesto no vinculantes sobre la salud de los pueblos.
DEFINICIÓN DE SALUD
La Conferencia reafirma tajantemente la salud como aquel estado de total bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda del máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial, cuya realización requiere de la participación de otros sectores sociales y económicos en adición al sector salud.
LA POBLACIÓN ESTÁ ENFERMA
Siguiendo esta definición nuestro Estado español está lleno de enfermos, muchos terminales y muchos más sin posibilidades de curación, rehabilitación o reinserción social.
Los parados, los sin techo, los sin alimentos básicos, los niños que sufren en sus carnes el dolor de la enfermedad, los económicamente de socializados y tantos y tantos que por elementos surgidos de esta crisis que tiene más de seis millones de parados son enfermos que no ven posibilidad de curación y padecen del dolor físico o psíquico o moral de ver como sus vidas pasan sin futuro ni para ellos ni para sus descendientes mientras otros llenan sus arcas de forma ilícita sin el menor pudor.