lunes, 9 de junio de 2014

En todas las ciudades del mundo existen personajes como estas, hombres o mujeres eso da igual, pero con una lengua biperina que envenena todo lo que toca y a pesar de antídotos universales nunca se logran curar y que perduran de por vida.

LAS CHISMORREONAS


Escondidas tras sus velos, sus cortinas
O su maldad
Observan, critican y pregonan al mundo
En particular

Todo lo saben de buena mano
Todo lo han visto, ya me dirán
Y no queda títere con cabeza
En toda la comunidad.

Menuda es fulanita,
Fulano que gran cabrón
No es nadie esa abuelita
Y antes…., que lo se yo.

Y el niño de la canija
Pierde aceite un montón
Y la niña,… la vecina,
Esa si que es un putón.

Con su bondad asesina
A un drogata dan  limosna
Y tachan de vagos impenitentes
A los parados de la cola.

Como buenas filagresas
A misa van a diario
Y pasan lista ocular
Por todo el Santuario.

Voy a confesar ahora
Que está mi cura sentado
Ya me esta poniendo ojitos
¡Que picaron es el  párroco¡.

No se a que vengo al cura
Porque no tengo pecados
Será para dar ejemplo
A tantos desamparados


Por cierto, estamos pensando
Mudarnos ya de este barrio
Aquí no hay quien viva
Entre tanto pueblo villano

Además ya estamos aburridas
De los mismos personajes
Que ensucian nuestras vidas
Que rebajan nuestro linaje

A su ida, queda todo desolado,
Matrimonios separados,
Novias abandonadas,
Heteros y homos pregonados
Abuelitas con mucha historia
Y dos corazones muy humanos
Que huyen de su distrito
Porque era algo insano.