MALAGA Y YASTÁ
Aunque no nací en Málaga llevo muchos años viviendo en
ella, mi mujer y mis hijos son malagueños así como mis padres, abuelos y dos de
mis 6 hermanos, por lo que puedo decir que soy hijo adoptivo de esta ciudad.
Pero cuando llegué traído de la mano de Dios a esta
hermosa ciudad mi forma de hablar era muy castellana lo que me trajo problemas
por ser “muy fino” en la lengua cotidiana. Mi idiosincrasia me llevó de forma
temprana a saber oír e intentar comprender la forma peculiar del lenguaje
malagueño. Me resultó difícil no solo comprenderlo sino distinguir el lenguaje
ya fuera de la Sierra o del litoral y más del litoral de levante o del poniente
( se habla diferente en Estepona que en Nerja o en la sierra de Ronda que en la
Anarquía ), aun así a cualquier malagueño le cuesta trabajo comprender todo lo
que se dice en un diálogo popular.
Pero con el paso de los años he visto como de una manera
inexplicable el lenguaje popular, ya sea por la influencia de los medios de
comunicación o por la propia enseñanza escolar ha variado hacia un
castellanismo tarado (por las eses y cetas mal interpretadas en el dialecto
andaluz, mal introducidas y sobre todo con una cojera lingüística que solo las
utiliza “sui generis” cada individuo).
Pero no solo es la musicalidad del lenguaje lo que ha
cambiado, son las propias palabras de uso habitual que han desaparecido del
repertorio vocal de los malagueños. Poe ejemplo: ¿Alguien dice hoy en día “muerde
vieo”? O: ¡ Que chungo tío, vengo guarnio del curro ¡. ¡ Ponme un mitá y do
teeringos calentitos ¡………………… ¿Dónde está esa Campana o Quitapenas o Bodegas
Romero o el Alaska o la Buena Sombra o el boquerón de plata para tomarse un
pedro un floristé o un pintaito? ¿ Y nuestra moama de pintarroa?.
Ni se habla malagueño ni se vive en malagueño ni se
comen “chumbos fresquitos de Cártama grandes y reondos”, los boquerones son
italianos, los chanquetes han desaparecido y el bollo con manteca colorá es
tostada con mantequilla y mermelada.
Pero mientras mi madre fría el pescaito como ella solo
sabe, haga er cardito de pintarroa y er
lomo en manteca seguiré viviendo en la Málaga que conocí hace años. Y al que no
le gusten las calorías y solo piense en el gimnasio que le den por culo.